Alguno de nosotros nos hemos puesto a pensar cuanto tiempo de nuestra vida le hemos dedicado al trabajo?…
Casi todos pensaríamos que le dedicamos demasiado tiempo, aún más si no lo disfrutamos o si no hemos obtenido a lo largo de ese tiempo progreso y satisfacciones.
Sobre todo en estos momentos donde el panorama económico global es tan cambiante y complicado, donde los países en vías de desarrollo luchan todavía por derechos tan básicos y elementales como son: la educación, la salud, la libertad y el bienestar social y en aquellos aún más pobre donde sus líderes quieren imponer a toda costa su voluntad e ideología ante el descontento de todo un pueblo. Es ésta a la que llamamos crisis y está haciendo estragos, cambiando patrones de conducta y de consumo a todo nivel además de sacudir nuestras estructuras sociales.
Como individuo o como empresa, todos de una u otra forma, en el país que estemos, nos ha tocado enfrentar situaciones y circunstancias diversas y difíciles o bien haber vivido una crisis en cualquiera de sus tipos: social, emocional, sanitaria, estructural, militar, medioambiental, económica o política.
Sin embargo, estas situaciones son también una oportunidad para estimular la creatividad, la renovación, para ordenar, para asumir nuevos retos y responsabilidades, fortalecer nuestras bases, cuestionar nuestra gestión y eficiencia, consolidar nuestra confianza y tantos otros aspectos presentes en nuestra toma de decisiones y planteamiento de objetivos.
El peligro no está en las situaciones difíciles, sino en la CALMA, en lo cómodo…..
Ahí es cuando cometemos los principales errores, cuando la mente deja de evolucionar porque dejamos de pensar y renunciamos a crecer, a emprender nuevos retos y proyectos, a tener un sueño.
Hasta cuando se quedan estas circunstancias o cuando dejaremos de hablar de crisis?…
Predicciones y teorías habrá muchas y con sus diferentes vertientes. El tiempo no está en nuestras manos y muchas de las acciones a tomar son externas a nosotros, pero el gran cambio debe de venir de nosotros mismos, de nuestra actitud y habilidad de enfrentar la dificultad.
En GLOBAL MARKETING creemos que estas situaciones adversas se deben asumir y contemplar hoy en día como parte de nuestras vidas y modelos económicos, habrá que prever y anticiparlas en la medida de lo posible, trazar un plan de acción concreto a corto y largo plazo, teniendo siempre presentes que debemos actuar.
Es importante comprender y no olvidar
Que no hay desarrollo sin educación.
Que la motivación es un motor fundamental para emprender.
Que vivimos en sociedad y que trabajar en sociedad, en comunidad, en equipo, en colaboración con personas, empresas y tecnología, trae enorme beneficios, fortalece el crecimiento orgánico y facilita la interacción e inmediatez de la comunicación.
Hagamos de nuestro sitio de trabajo y de nuestra empresa, un lugar de bienestar y prosperidad, donde la productividad no se mida por el tiempo empleado sino por los resultados obtenidos, apostemos por las personas y su talento, gestionemos las diferencias, pasemos a la acción, superemos el gap, potenciemos el entorno, desarrollemos las capacidades, el poder y la participación, formemos la identidad de una empresa con sus marcas creando una filosofía y una experiencia de vida.
Sea cual sea, el resultado final en las situaciones difíciles, debemos recordar que siempre habremos aprendido de ellas y que ellas son la antesala para nuevas oportunidades.
Para Global Marketing
Bettina Rohrscheib